La vida era una tarde de otoño en el que se mezclan las nubes con los rayos de sol; algo parecido a un parque del cual conoces los primeros lugares, pero luego caminas descubriendo rincones que te asaltan sin aviso. La vida era una taza de café caliente que sabes que te vas a quemar pero bebes, la vida era como un mensaje a las 8 de la mañana con un -Buenos días princesa. Las hojas que caen al suelo en otoño, un billete a Las Vegas ganado en un sorteo que ni imaginabas que te iba a tocar, un beso sorpresa en medio de la carretera... Y con esas simples cosas me dí cuenta que no hace falta esperar a que te pase algo bueno, que esas cosas llegan así,sin avisar.
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