Dibuja una sonrisa para el mundo.

Que creo que es hora de disfrutar, de pasar del mundo, de subir la música e ignorar a los vecinos, de saltar sobre la cama y el sofá, de coger el mando de la tele y usarlo como micrófono, de ponerte unos tacones de 15 cm, de salir de fiesta con tus amigas, de llevar una minifalda tan corta que tu padre se enfade, de sonreír por la calle al acordarte de algo que te ha hecho feliz y que la gente se pregunte el porque de tu enorme y preciosa sonrisa, de besar hasta quedarte sin aliento y reír hasta que te duela la tripa. De olvidar por un momento las matemáticas o la física y la química, y bailar hasta reventarte los pies. De darte cuenta que la vida es lo que pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes, y que nunca sabes cuando va a ser tu última noche en la tierra.