domingo, 12 de agosto de 2012

Que bonita la vida desde que estás en ella.


Esto no solo es una parrafada con la que tenerte leyendo cinco minutos, es algo más. Es querer abrirme por completo a ti, a la persona más importante en mi vida, a la que ha hecho que el número doce se convierta en algo más que un número. Se que ya me conoces demasiado y sabes cuanto nos ha costado construir todo esto, pero nunca está demás recordarte todo lo que hemos creado: 8 meses, 245 días, 5.880 horas, 352.800 minutos y 211.680.000 segundos a tu lado. Miles de momentos, algunos buenos, otros no tanto; pero ahí estamos, luchando con quien se ponga en nuestro camino, juntos. Ya no imagino mi vida sin ti, y lo has comprobado varias veces, esas veces en las que tienes que aguantar mis lágrimas, mis tonterías … pero ahí estás siempre tu, con tu perfecta sonrisa alegrándome el día. Esa sonrisa por la que voy a luchar todo lo que pueda, te lo prometo, aunque en el intento me quede, moriré luchando. Eres toda motivación que una persona necesita para seguir adelante, lo más grande. El que siempre está dispuesto a escucharme, a llorar conmigo, a sacarme una pequeña carcajada. Y que decirte, no me salen las palabras, te diría tantas cosas que no se por donde empezar. Lo sabes casi todo ya. Me encanta cenar contigo, ver películas y dormir abrazada a ti, me haces sentir tan especial que ni te lo imaginas, es como si ya tuviésemos una vida juntos, porque no se si será así, pero es muy bonito pensar que sí y luchar para que se haga realidad. Porque, no me importa lo que pase si te quedas junto a mí. Que me haces muy feliz, y daría todo lo que tengo por que nunca te vayas de mi vida; porque sí; te has convertido en una persona imprescindible en mi vida. Y que (aunque ya lo sabes) voy a estar ahí para las buenas y malas, que como ya te dije esa noche, no te voy a dejar solo jamás. Cerrando un poco este tema, quería agradecerte todo lo que haces por mí, todos los momentos que me regalas y pedirte que te quedes siempre conmigo. Porque, desde aquel veintinueve de junio de dos mil once mi vida cambió por completo. Te quiero Pablo.

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